miércoles, 30 de enero de 2013

Adictos a la escritura: El fin del mundo frustrado


Hola a todos precios@s. Hoy os traigo mi aportación de mes a Adictos a la Escritura. En esta ocasión el proyecto consistía en hacer un relato referente al fin del mundo, pero bajo el punto de vista de que no ha ocurrido. Me ha salido algo romántico, en mi línea, perdonen los fallos porque no he podido repasarlo demasiado. 

Cosas que hacer antes de que el mundo se acabe (por Daniel Stone):

-          Pintar un cuadro en Paris.
-          Leer alguna novela romántica para entender a la pesada de mi hermana, y sus largas tardes en el sofá escondida tras un libro (que aburrimiento, por favor).
-          Saltar en paracaídas.
-          Ir a Las Vegas, fundir pasta y emborracharme con mis amigos.
-          Sacarme mi dichosa carrera de una vez (ingeniero físico).
-          Conducir un Ferrari.
-          Visitar el acelerador de partículas del CERN (Organización Europea para la Investigación Nuclear).
-          Hacerle el amor a mi mejor amiga (si, hacérselo yo, muy lentamente y chupándola entera como si fuera mi caramelo, y  explicarle de paso que me muero por sus huesos).

Repaso mi libreta de nuevo, y la estúpida lista me mira burlándose de mí. A un día del marcado como fin del mundo por los antiguos mayas, he podido tachar todos los propósitos. En este momento me encuentro en la frontera franco-suiza, en el Gran acelerador de Hadrones. Lo más absurdo es que el objetivo en apariencia más fácil, aún no lo he logrado. Y es que Nikki, mi amiga desde el instituto, mi compañera de juergas y confidencias, está ahora mismo riendo en el asiento delantero del coche que hemos alquilado. Como siempre, no puedo hacer otra cosa más que mirarla, ella también me mira, extiende la mano hacia mí porque se ha dado cuenta de que tengo esa mirada perdida que indica que estoy desconectado del mundo. Mi secreto es que no es así, es la excusa que le pongo para que no se dé cuenta de que estoy dolorosamente conectado, pero a ella. Estoy inmerso en el movimiento de su pelo rubio que se balancea acariciándole el rostro, en sus suaves manos que no paran de moverse mientras habla, en sus deliciosos labios rojizos y  en esos ojos que me dejan anclado en un estado de anhelo difícilmente soportable. Por eso ella es mi propósito a conseguir antes de que acabe este mundo, al menos una vez necesito tocarla como hace años llevo deseando. Sentirla en mi piel.

Salgo de mi ensoñación cuando llegamos a los pisos para estudiantes. He expuesto mi proyecto de fin de carrera delante de científicos admirables, y lo cierto es que siento como si hubiese cerrado otra etapa en mi vida. Mis amigos también han expuesto sus proyectos, así que el ambiente festivo se respira.
-          Tío, es una pasada que nos hayamos quitado ya el puto proyecto de encima- Ron sonríe mientras me echa un brazo por el hombro-. Y desde luego que lo vamos a celebrar.

-          Hay una fiesta en el piso de las holandesas- Ricardo nos mira levantando las cejas sugerente-; lo sé porque nuestras habitaciones están comunicadas, ¿vamos para allá?
-          ¿Cómo es que has conseguido que te inviten?- Nikki le saca el paquete de chicles a Ricardo del bolsillo y yo me estremezco pero intento ocultarlo-. ¿Acaso les has hecho una visita nocturna?
-          Qué cosas tienes, Nikki, entonces no le hubiesen invitado ni de coña.

Ana se carcajea ante su propia broma mientras subimos los escalones. Ella y Ricardo han compartido algo más que caricias en varias ocasiones, por eso no me sorprendo cuando veo que éste le da un cachete en el culo.

-          Eres una pequeña víbora.
-          No más que tú, guaperas.
-          Entonces quedamos dentro de media hora y nos pasamos por esa fiesta ¿vale?- Ron nos mira a todos, que asentimos y nos dispersamos.

Ya en la fiesta descubrimos que no somos los únicos invitados. Bailamos, bebemos y reímos. Me siento como un satélite alrededor de mi sol, y mi astro particular no para de cogerme de la mano, bailar contra mí y yo siento que voy a perder el control. Aunque ¿eso es lo que quiero, no? El mundo se acaba mañana, hay que aprovechar. Así que arrastro a Nikki por la puerta que conecta con la habitación de Ricardo, y después pasamos una puerta más allá, hasta llegar a una habitación que está prácticamente vacía. Me echo en un sofá y tiro de ella para que caiga a mi lado. Pero ella tropieza y cae en mi regazo. Se ríe con esa cadencia melodiosa que hace que vibre cada célula de mi ser, y me mira. Pero no solo mirar, no, profundiza en mí con sus brillantes esmeraldas y yo me quedo sin aire, aunque tampoco me hace falta. El único aire que quiero respirar es el que hay dentro de su boca.

-          Te has quedado embobado Daniel- estira una mano y retira unos mechones morenos de mi rostro- ¿cuántas te has tomado?
-          No las suficientes- alargo la mano y se la pongo sobre la nuca. Me permito tocarla con posesión y sin pensar en lo que hago, recorro su columna hasta quedarme justo en el límite en el que comienza su espectacular trasero.

Nikki me mira, confusa, y es que es imposible que no haya notado el deseo que hay en mi caricia, el calor que arrasa mi mano allí donde la he dejado inmóvil. Como se va a acabar el mundo y yo lo necesito, no pienso más y la empujo hacia mí, dejando nuestros labios apenas separados por un aliento. Me espero, pero ella no se aparta, solo me mira y yo la devoro con los ojos.

-          Daniel, yo…- hay duda en su tono, pero también hay algo más oscuro que reconozco. El deseo reconoce al deseo. O quizás es mi mente la que quiere reconocerlo.
-          Me muero por besarte, Nikki.

Noto que abre los ojos sorprendida, pero yo no vacilo y antes de que me conteste y pueda acobardarme, recorto la distancia que nos separa y sello sus labios a los míos. Son suaves, delicados, y los recorro con la lengua lentamente deleitándome en su sabor. Nikki deja la boca entreabierta, su cálido aliento me acaricia tentador e introduzco la lengua en ella, ansioso y voraz. Nuestro beso se va haciendo más profundo, más necesitado, pegamos nuestros cuerpos hasta fundirnos el uno con el otro. Pero quiero más. Siempre quiero más cuando se trata de ella. Por eso la cojo en brazos, y recorro el largo pasillo hasta llegar a su habitación, mientras seguimos devorándonos sin cesar. No nos hace falta intercambiar palabras cuando la dejo sobre la cama, nuestros cuerpos son conscientes del guión que tienen que seguir mucho antes de que la mente procese lo que hacemos. Por eso le acuno tiernamente el rostro con las manos, la miro fijamente y veo como el fuego luce en su mirada cuando empezamos a hacer el amor con devoción. Y ya el fin del mundo me da igual, solo me importa unirme a esa mujer de todas las formas posibles, hundirme en su interior y que el tiempo devore las horas mientras nosotros nos dejamos consumir por el frenesí del amor.

El sol de la mañana entra perezoso en la habitación, y me descubro despertándome en ese día que no tendría que existir. Una alarma suena en mi interior. El mundo no se ha acabado. Estoy en la cama con Nikki. ¿Qué voy a hacer a partir de ahora? ¿Cómo le voy a explicar lo que ha pasado? Dejo que por unos segundos la preocupación me corroa, ¿por qué el mundo sigue en pié? Pero todas los problemas se esfuman cuando al volverme hacia ella, veo que tiene los ojos abiertos, y me mira, no, me traspasa con su límpida mirada verde. Y solo con eso sé que todo está perfecto. Agradezco al cielo y a los dioses que este mundo siga en pié, y también agradezco a los mayas su profecía, porque gracias a eso tengo a mi sueño entre los brazos. La aprieto fuerte para convencerme de que es real, y me lanzo a sus labios. 

Muchas gracias por leerme. Muchos besos.

miércoles, 9 de enero de 2013

Después de tanto tiempo... y IMM


En primer lugar, y después de tanto tiempo sin escribir una entrada, os quiero desear un muy feliz año 2013, lleno de deseos cumplidos y momentos de felicidad. 


Espero que hayáis pasado unas fiestas como mínimo buenas, y siento mucho no haberos felicitado anteriormente, pero bueno, aquí estoy aunque sea ya tarde.

Escribiendo esta entrada me siento rara, sí, porque hace tiempo que no me paso por la bloggosfera y lo cierto es que la echo de menos. Mi intención es sacar más rato para dejaros cositas interesantes por este rinconcito, y visitar también vuestras “casas”, pero ahora ya sabéis que lo primero es lo primero, y lo cierto es que mi pequeño me tiene absorbida. No me imaginaba lo dependiente que te puedes hacer de ellos, pero lo cierto es que siento como si fuera un imán que no para de tirar de mí, y yo no puedo hacer otra cosa que pegarme a él. No es algo que me disguste la verdad, da mucho gusto darte cuenta de que el amor no tiene límites.

Hoy os voy a dejar por aquí un mini IMM, con cuatro adquisiciones, para volver a reconectar poco a poco. 



En esta imagen tenéis El diario oscuro de Philip Moonfark, de Karol Scandiu, que ya me he leído y espero reseñar próximamente. El estilo de Karol, como siempre, me ha gustado. Una historia dura y bien escrita, dónde los vampiros lo son al estilo tradicional, y donde podremos observar sentimientos muy diversos, desde el dolor, la brutalidad y la pérdida, hasta el amor y la esperanza.

En la misma foto veis Pídeme lo que quieras, de Megan Maxwell, de temática erótica y publicado por Esencia. Lo que me he leído de Megan me ha gustado bastante, así que no me quería perder esta nueva historia que pinta tan bien, el señor Zimmerman promete hacernos pasar ratos de lo más entretenidos. 


Por otra parte Los Reyes me han traído El libro de la Alquimista, el sexto de la Saga Vanir de Lena Valenti. Es mi lectura actual, y me ha hecho recordar que me gusta mucho como escribe esta autora. Su espontaneidad, la fuerza de sus personajes, los diálogos divertidos e interesantes... Estoy deseando hacerme con su otra saga, la de Amos y Mazmorras, ¿la habéis leído? Tiene muy buena pinta, es sobre BDSM.  


Por último este precioso libro me hace una ilusión muy especial, y es que es un libro de relatos románticos contemporáneos, paranormales e históricos, en el que participo. Pasión de Navidad es una iniciativa de El club de las escritoras, y todos los relatos están escritos por miembros del club. El resultado se ha quedado precioso, y estoy disfrutando mucho de tenerlo en mis manos. Muchas gracias a todas las personas que lo habéis hecho realidad. Me apetece mucho leerlo con tranquilidad. Si lo queréis adquirir, está disponible en Amazon, tanto en formato digital como en papel. 

¿Habéis leído alguno de los libros? ¿Pensáis hacerlo? 
Muchas gracias por leerme. Muchos besos.